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Durante los últimos diez años, los sistemas educativos de todo el mundo han desarrollado diversas estrategias para la inclusión de las nuevas Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) en los procesos de enseñanza-aprendizaje.

 

La República Argentina, no fue la excepción y dentro de sus distritos, la Ciudad de Buenos Aires se puso a la vanguardia de la innovación con la implementación en el año 2010, de la Prueba Piloto Proyecto Quinquela que al año siguiente permitió llevar adelante un dispositivo mucho más ambicioso: el Plan Sarmiento BA, el cual tiene como principales objetivos promover la calidad educativa con igualdad de oportunidades y posibilidades, y favorecer la inclusión socio-educativa.

 

La revolución y los alcances pedagógicos logrados con las variadas herramientas tecnológicas han sido, y siguen siendo, sin lugar a dudas, motivo de investigación, análisis y difusión en diversos ámbitos académicos y de formación docente. Asimismo, junto al desarrollo de las potencialidades de las nuevas tecnologías aplicadas en el ámbito educativo, se han desarrollado también diversos tipos de amenazas y delitos vinculados a su utilización y estrechamente relacionados con los valores que deben sostenerse en la llamada “sociedad digital” o “sociedad virtual” que, de alguna manera, es el fiel reflejo de la sociedad real, en la cual estamos inmersos. Estos delitos tienen distintas modalidades muy bien analizadas por la opinión de otros colegas y entre las cuales podemos destacar: el cyberbulling, phishing, pharming, terrorismo virtual y el motivo fundante de esta nota de opinión: el Grooming.

 

Sin lugar a dudas, las TICs se han transformado en herramientas de gran utilidad en los procesos de enseñanza y aprendizaje, pero no solo forman parte de ello, sino que también, a partir de las redes sociales, pasaron a ser un medio de vinculación y relación, en donde los niños, niñas y adolescentes se exponen y comparten muchos momentos de su vida cotidiana sin la compañía de los adultos de confianza y sin tomar los recaudos necesarios ante dicha exposición. La conjunción de estos elementos vulnera altamente a los niños, niñas y jóvenes dejándolos expuestos a transformarse en víctimas de Grooming a partir de situaciones de violencia psicológica, vulneración de derechos y la re-significación del sentido de las herramientas TICs para ser utilizadas en beneficio de una problemática social muy grave y ya existente, como lo es el abuso sexual infantil (ASI) o pedofilia.

 

¿Qué es el Grooming?

El Grooming es el acoso sexual mediado por dispositivos tecnológicos. Se lo define como la acción deliberada de un adulto de acosar sexualmente a un niño o niña mediante el uso de Internet y redes sociales. Siempre es un adulto quien ejerce el Grooming.

 

En palabras del Dr. Hernán Navarro, Director de Grooming Argentina: “El Grooming es un delito que atraviesa todos los estratos sociales; omnipresente en el día a día. Es una problemática que está instalada y crece de manera silenciosa y considerable en nuestro país y en el mundo. Los pedófilos encontraron en las TIC un nuevo método de captación, lo que significa la puerta de entrada para cometer delitos aberrantes como la trata de personas, abusos con acceso carnal o crímenes. La gravedad del Grooming radica en la naturaleza misma de la problemática: lo entendemos como la nueva modalidad del abuso sexual infantil. No hace falta el contacto físico para que un niño, niña o joven sea abusado. El abuso es digital”

 

En tal sentido, como docente y como miembro de Grooming Argentina partimos desde la concepción  de “no demonizar” la utilización de internet, ni las redes sociales entendiendo que el abuso sexual infantil (ASI) no surge o se origina únicamente por utilizar las nuevas tecnologías, sino que muchas veces, éstas son usadas como un instrumento facilitador de prácticas abusivas.

Conocer, informarse y difundir son las primeras acciones que los adultos responsables tenemos para formar la primera línea de defensa de nuestros niños, niñas y adolescentes contra el flagelo del Grooming.

 

Es fundamental reflexionar, concientizar y orientar a todo el mundo adulto, sobre los riesgos que enfrentan los jóvenes y niños en las redes sociales y sobre las posibles herramientas para defenderse de ellos.

 

Algunas sugerencias para hacer un uso responsable de Internet

  • Hablar habitualmente con un desconocido por internet no lo convierte en conocido. Los padres deben explicar las diferencias entre los amigos que conocen cara a cara y los de Internet.
  • No te encuentres con nadie que hayas conocido por las redes sociales.
  • No compartir datos o fotos comprometedoras con nadie.
  • Se debe reforzar la idea de que el material que circula por Internet es difícil de borrar, y estará allí siempre.
  • No usar cámara Web con desconocidos. Mostrarse a través de una cámara web es una forma de entregar material a alguien que puede grabarlo y usarlo luego para el chantaje.
  • Los padres deben conocer los sitios que sus hijos visitan y las personas con las que “charlan”. (Conocer su rutina online)
  • Buscar y conocer las políticas de seguridad y privacidad de las redes.
  • Lo que es incorrecto en la vida real lo es también en Internet.
  • Si algo te causa incomodidad cerrá la conversación con esa persona, ignórala o bloquéala enseguida.
  • Si detectas que alguien te hace una propuesta fuera de lugar y te incomoda es importante que lo comentes con tus papás o un adulto de tu confianza.
  • Si alguna vez te hacen una propuesta indecente no elimines la conversación del chat, puede servir como elemento de prueba en una investigación.

 

Fuente: https://groomingarg.org/

 

Publicación original en: http://blog.tiching.com/grooming-una-problematica-crece/